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Salir de casa para estudiar

Salir de casa para estudiar

Salir de casa para estudiar

autoría: Gazteaukera, 

¿Qué supone salir de casa?, ¿qué hay que tener en cuenta?, ¿son más las ventajas o los inconvenientes?, ¿merece la pena viajar a otra ciudad lejos del hogar y los seres queridos?...

Ir a la universidad y vivir fuera, sea en el extranjero o en una ciudad de otra comunidad autónoma, conlleva cambios, por lo que hay tener en cuenta cuestiones importantes:

    • Presupuesto: es el aspecto principal. El coste puede ser elevado y aumentar según el destino, según el tipo de universidad: pública o privada, y según el alojamiento (residencia, piso compartido.). Sin olvidar los gastos cotidianos y el transporte.

    • Asunción de nuevas responsabilidades: la gestión del dinero; el mantenimiento, en su caso, de la alimentación y de la casa son compromisos que hay que afrontar; incluso el cuidado de la propia salud.

    • Adaptación personal: salir de casa conlleva un gran cambio, la familia y amistades pueden quedar a muchos kilómetros, el espacio personal puede verse reducido y la convivencia en el nuevo espacio va a requerir el establecimiento y el cumplimiento de algunas reglas básicas de convivencia.

    • Cumplimiento de requisitos y realización de trámites como solicitudes, visados, homologación de títulos; y superar pruebas de idioma. en especial, si los estudios se van a realizar en el extranjero.

Naturalmente estudiar fuera de casa también conlleva beneficios: aprender un idioma de forma fácil y casi natural (por tratarse de un país extranjero o de una Comunidad con idioma propio), ampliar la red de amistades, aplicar otros métodos de enseñanza, conocer otros hábitos de vida, disfrutar de una experiencia personal única, ampliar horizontes laborales, etc.

Con todo, no podemos obviar el componente emocional. Hay personas que se adaptan rápidamente a los cambios y vivencian la salida del hogar como un paso hacia la libertad, y hay quienes sienten miedo de llegar a una ciudad en la que no se conoce a nadie. En estos casos conviene tomar con tranquilidad la fase de adaptación e intentar entablar nuevas amistades; mucha gente se encuentra en la misma circunstancia, y, además, la tecnología (Skype, mensajerías,.) facilita mucho el contacto con los seres queridos.

Estudiar fuera puede suponer el comienzo de una nueva etapa, una oportunidad ilusionante y muy enriquecedora.