Cómo expresar las competencias en el currículum

autoría: Gazteaukera,
Ponte en el lugar de quien está haciendo una selección de personal y revisa los currículums recibidos en su empresa. El tuyo está entre ellos.
Para conocerte, quien selecciona solo dispone del documento que has enviado; tal vez, acompañado de una carta de presentación. Indudablemente, los apartados de formación y experiencia dan idea del nivel técnico de la persona candidata y su conocimiento de la profesión, pero no basta, las competencias también deben indicarse en el currículum.
Pero, ¿qué son las competencias? Son las habilidades, fortalezas y destrezas personales para desempeñar un puesto de trabajo.
Ten en cuenta que las competencias son muy consideradas en una selección porque ayudan a entender cómo trabaja la persona candidata. Aunque no es conveniente, hay quienes faltan a la verdad en la declaración de competencias, por tratarse de valores subjetivos. Lo adecuado es incluir las habilidades personales de forma sincera y, por lo tanto, creíble.
No olvidemos que un proceso de selección no termina con la carta de presentación y el currículum. Las personas candidatas se enfrentarán a una entrevista personal y, quizás también, a una serie de pruebas para evaluar las competencias que pueden ser diversas: test psicotécnicos, dinámicas de grupo o pruebas prácticas relacionadas con la profesión. Esto no quiere decir que haya que dudar de las propias capacidades, pero tampoco conviene fantasear ni exagerarlas.
Con todo, al desarrollar el espacio en el currículum destinado a las competencias, es recomendable alejarse de lo que mucha gente pone: responsabilidad, puntualidad, organización… La sensación que da es de puro cumplimiento y poca convicción. Hay que diferenciarse señalando unas aptitudes y destrezas ajustadas a cómo somos, con una redacción propia; que se note que se ha hecho un análisis personal y que, efectivamente, son las tuyas. No olvides que esta es tu tarjeta de presentación.
Hay algo más: las competencias deben ir plenamente alineadas con el puesto al que aspiras. Por ejemplo, para trabajar como profesor o profesora serán imprescindibles la empatía y las habilidades comunicativas, y no tanto las relacionadas con el cumplimiento de métodos y la sistematización, imprescindibles, por ejemplo, en un laboratorio clínico.
Por lo tanto, según los diferentes sectores, puedes tener en cuenta las siguientes:
- Comunicativas: verbal, escrita, expresión corporal, escucha…
- Motivacionales: orientación al logro, resistencia a la frustración…
- Relacionales: empatía, asertividad, liderazgo…
- Organizacionales: trabajo en equipo, gestión de proyectos, priorización de tareas…
En definitiva, recuerda que es tu talento personal el que determinará tus posibilidades de sobresalir y alcanzar el éxito en el desempeño diario de tu puesto de trabajo.