Entrevista a Juan Manuel Feito Guerrero, dinamizador del taller ‘Herramientas pedagógicas para el trabajo con adolescentes varones sobre igualdad y masculinidad’
- Vuestra asociación Piper Txuriak, y tú en particular, os dedicáis desde hace años a trabajar sobre la masculinidad con varones adolescentes dentro de las aulas. ¿Cómo nace esa necesidad, qué mueve a los centros o a las familias a organizar este tipo de trabajo?
¿Los chicos jóvenes ya no son como los hombres de antes, han superado esa masculinidad tipo Rambo, han dejado de ser machistas? ¿Los jóvenes de hoy en día siguen repitiendo conductas negativas de esa masculinidad tradicional? ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo varón o a mis alumnos chicos en su proceso de “hacerse hombres”?
Estas son preguntas que a menudo escuchamos y que suelen ser la motivación para realizar actividades sobre género, igualdad o violencia dirigidas a los chicos varones. Poner el foco en ellos igual que hasta ahora lo hemos puesto en ellas, entender que también necesitan revisar su identidad de género, y que es fundamental hacerlo. ¿Pero de qué manera? Parece que hay una creciente demanda de herramientas pedagógicas con perspectiva de género con la que enfocar este trabajo y las relaciones con los chicos. Razón por la que es habitual que centros de enseñanza pidan colaboración a asociaciones como la nuestra.
- ¿Podrías explicarnos de qué manera introduces este tema a los chicos en tus talleres?
Cuando nacemos se nos pone un traje que condicionará lo que será nuestra vida. Además, según crecemos el traje se irá haciendo más y más estrecho, con lo que limitará cada vez más nuestros movimientos. Hasta que llega un momento en el que ya no sabemos diferenciar cuál es el traje y cuál nuestra piel. Se nos ha pegado tanto, que nuestra piel queda tapada, y creemos que ese traje es lo “natural”. Y a esta “piel postiza” se le asigna un valor y unas funciones a nivel social. Esto significa el género.
Con la excusa de una mera característica física se nos clasifica como hombres o como mujeres…el criterio es así de simple y de reducido. Sin embargo, conlleva que recibimos una tremenda carga social y familiar. Tiene la fuerza suficiente como para construir sobre esa base un enorme y pesado castillo que determinará nuestros gustos, hábitos, decisiones, pensamientos, sentimientos, gestos corporales, formas de hablar, vestimenta, nuestros juegos y juguetes, las películas que nos gusta ver, los estudios y la profesión que elegimos. De ahí la primera y más persistente pregunta que nos hacemos, "¿es niña o niño?", sin haber aún nacido. Esto es una cuestión tan determinante que ni siquiera el lenguaje castellano tiene un concepto para referirse a “personas” de manera neutra.
- ¿Cómo les explicas conceptos complejos de género de una manera que les resulte comprensible e interesante? ¿Puedes poner un ejemplo?
Desde muy temprano en nuestra vida comienza un sirimiri imparable que va dejando caer sobre nuestra mente y nuestros cuerpos aquellas características que tendrá nuestra caja según sea de color azul o rosa. Todas las personas que nos rodean confirman que eso es así, que no hay otra manera. Ellas también visten sus trajes, los cuales tapan su quiénes son verdaderamente; y también están dentro de cajas, las cuales esconden lo que son bajo toda esa carga cultural.
Entonces, muy jóvenes y vulnerables, dudamos de nuestro propio punto de vista sobre lo que significa ser una persona, de nuestro criterio aún limpio de creencias, y de nuestros propios gustos e intereses. Lo que más quiere una persona joven es que sus mayores y el mundo adulto en el que vive la acepte, la dé la bienvenida, la ame, la integre en el grupo. En definitiva, quiere ser normal. Ha comenzado un proceso de entendimiento, aceptación y asimilación de lo normal…desde los parámetros culturales-sociales que la envuelven y en los que está desarrollando su propia personalidad. Pasado el tiempo, y visto lo que existe a su alrededor, esa normalidad pasa a convertirse en lo natural. Así, olvidamos cómo entendíamos la vida antes de todo este proceso de socialización.
- ¿Puedes contarnos algo de ti con respecto a tu trayectoria en el área de la igualdad y la masculinidad?
Fundamos la Asociación de Hombres por la Igualdad `Piper Txuriak’ en el año 2009, y desde entonces me he dedicado a coordinar la asociación, atender las distintas peticiones que nos llegan, e impartir una gran variedad y cantidad de actividades de sensibilización y concienciación. En paralelo he trabajado como agente de igualdad para el Módulo de Asistencia Psico-Social de Deusto-San Ignacio enfocado en el trabajo de eliminación del sexismo.