Videotutorial 'Cómo elegir que estudiar'
Recuerda
- La vocación no aparece de un día para otro. Si no tienes claro qué quieres estudiar, analiza los pros y contras de aquellas opciones que te parezcan más atractivas.
- Elegir tus estudios por criterios de afinidad te dará mayor satisfacción que si lo haces basándote exclusivamente en criterios económicos.
- Todas las profesiones tienes cosas buenas y cosas malas. No te dejes llevar solo por los aspectos positivos.
- A la hora de elegir una profesión analiza de qué manera se adecua a tu personalidad, necesidades y habilidades.
- Que la decisión que tomes sea correcta o no está en tus manos.
Más información
- ¿Debería estudiar algo que realmente me gusta? O.
- ¿Debería estudiar una profesión que me ofrezca más posibilidades de entrar en el mercado laboral?
Las dos opciones no tienen por qué ser contrapuestas.
Si tienes dudas, deberías tener en cuenta:
- Si estudias algo que te gusta, tendrás más posibilidades de trabajar en algo que te gusta.
- Si te gusta lo que estudias:
- Tendrás una motivación mayor.
- Trabajarás mejor.
- Serás más productivo/a.
- Aprenderás más mientras trabajas.
La vocación no es algo que aparece de un día para otro.
¿En qué te ves trabajando dentro de 15 ó 20 años? Escribe en una hoja todas las respuestas que te vengan a la cabeza y analiza los aspectos positivos y negativos de cada una de ellas.
Para ello, por ejemplo, puedes tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- ¿Dónde puedo realizar esos estudios?
- ¿Qué condiciones exigen para realizar esos estudios? (nota mínima, prueba de acceso...)
- ¿Qué duración tienen esos estudios?
- ¿Cuánto cuesta la matrícula?
- ¿Qué contenidos y/o asignaturas se imparten?
- ¿Qué posibilidades hay de cambiar de itinerario formativo?
Lo más recomendable es que conozcas al detalle todas las características de esas profesiones. Con frecuencia, se tiene la tendencia a ver solo los aspectos más positivos de aquellas profesiones que nos gustan.
Algunas profesiones pueden tener características que no coinciden con tu personalidad o tus intereses: tener que pasar mucho tiempo fuera de casa, peligros para tu seguridad, disponibilidad de horarios, obligación de cambiar de domicilio...
A la hora de elegir tus estudios, es aconsejable, además de conocer bien el mercado laboral, que conozcas bien tu propia realidad personal. Para ello, tendrás que tener en cuenta diferentes aspectos:
- Personalidad: ¿Cómo soy? ¿Qué virtudes tengo? ¿Qué carencias?
- Capacidades y aptitudes: ¿Qué cosas hago bien? ¿Qué cosas me cuesta más hacer?
- Valores: ¿Qué quiero conseguir en mi vida profesional? ¿A qué estoy dispuesto/a para ello? ¿A qué estoy dispuesto/a a renunciar?
- Situación personal: ¿Cuántos años me puedo permitir estar estudiando? ¿Mi familia va a poder pagar esos estudios? ¿Hay posibilidad de lograr una beca? ¿Tendré que compaginar mis estudios con un trabajo?
Es imposible determinar si uno es mejor que el otro o viceversa; cada uno tiene sus puntos fuertes.
De todas formas, esa distinción no debería influir en tu decisión de elegir qué estudiar.
Deberías elegir el itinerario formativo que se adapte mejor a aquello en lo que quieres trabajar.
Además, el sistema educativo te permite pasar de la Formación Profesional a la Universidad y también de la Universidad a la Formación Profesional.
Sea cual sea la decisión que tomes, siempre estará en tu mano hacer que esa decisión sea correcta.
Trabaja duro e intenta ser excelente, no te limites a aprobar asignaturas.
Si te comprometes con los objetivos que te has marcado, no te arrepentirás y, además, a medio plazo, tendrás más posibilidades de obtener un retorno a tu apuesta personal.
Elegir qué quieres estudiar no es una decisión fácil. Además, es una decisión muy importante, ya que, en gran medida, va a condicionar tu futura trayectoria profesional.
Escucha a la gente que tienes alrededor (familia, amistades, profesorado...) pero, recuerda que, al final, es una decisión que debes tomar tú.
Si tu padre y tu madre no están muy de acuerdo con la decisión que vas a tomar, explícales los motivos que te han llevado a tomar la misma. Si ven que es una decisión basada en criterios realistas y objetivos, muy posiblemente, cambiarán de opinión.