Videotutorial 'Cómo prepararse para ir a trabajar al extranjero'
Recuerda
- Vivir y trabajar en el extranjero u otras zonas del Estado es cada vez más frecuente entre la juventud.
- Los perfiles profesionales con experiencia en el extranjero se valoran muy positivamente.
- Marcharse fuera para trabajar debe servirte para mejorar tanto profesional como personalmente.
- No hagas caso de los cantos de sirena. En ningún sitio te van a regalar nada. Todo lo que consigas te lo vas a tener que trabajar.
- Antes de marcharte debes tener en cuenta muchos aspectos: tu nivel del idioma si vas a un país extranjero, tu cualificación y experiencia laboral, la adecuación de tu CV a las exigencias del lugar de destino, conocer las condiciones de vida y laborales, seguro médico, carnet de conducir, etc...
- Puedes buscar trabajo desde aquí o, directamente, en el destino al que decidas ir. Las dos opciones son igualmente adecuadas pero cada una tiene sus pros y sus contras. Estudia qué opción te conviene más.
- Antes de marcharte fíjate un plazo y unos objetivos. Lo normal es que te vayas con la idea de volver, pero cuanto más tiempo pases fuera más arraigado/a estarás y más difícil se te va a hacer volver.
- Antes de marcharte infórmate sobre el tiempo que puedes estar en el lugar de destino sin trabajar. Encontrar un trabajo puede llevarte más tiempo del esperado. Asegúrate de tener suficiente dinero para volver si no encuentras trabajo.
- Dependiendo del destino al que vayas, el periodo que trabajes puede contabilizarse para tu futura jubilación. Conviene que te informes con antelación sobre este aspecto, sobre todo cuanto más larga sea la estancia.
Más información
Vivir y trabajar en el extranjero es una opción cada vez más frecuente entre la juventud.
Trabajar en el extranjero puede ser una opción muy interesante.
Vivimos en un mundo globalizado y, de cara a tus expectativas laborales, debes saber que, cada vez más, se valoran muy positivamente los perfiles de aquellas personas que saben trabajar en otros idiomas y otras culturas.
Lo importante es que tú decidas qué es lo que quieres hacer. Si tienes la opción de quedarte y trabajar aquí, perfecto. Si decides marcharte, trabajar fuera y adquirir otro tipo de experiencia, perfecto también.
Sí, claro, es un sentimiento muy común. Sin embargo, piensa que dependiendo de las circunstancias macroeconómicas hay momentos en los que la inserción laboral resulta más complicada, más si cabe, si eres una persona joven con poca experiencia.
Si decides marcharte al extranjero a buscar trabajo, no debes tomártelo como un fracaso personal. Al contrario, debes tomártelo como una oportunidad de mejorar tanto profesional como personalmente.
Si tu objetivo es volver para trabajar en lo que realmente te gusta, aprovecha el tiempo que estés fuera para mejorar tu formación. Si decides volver, seguro que tu perfil resulta mucho más interesante para las posibles personas contratantes que cuando te marchaste.
Eso depende de qué sea ‘lo tuyo’ y del país al que decidas marcharte. Para empezar, debes tener claro que en ningún sitio te van a regalar nada; todo lo que consigas te lo vas a tener que ganar. No hagas caso de los cantos de sirena que puedas oír sobre que en ciertos países contratan a cualquiera que tenga un cierto perfil.
Antes de marcharte, tanto al extranjero como a cualquier parte del Estado, es conveniente que estudies bien qué es lo que te puedes encontrar. Por ejemplo:
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Si vas a un país extranjero cuya lengua oficial no sea la tuya, ten en cuenta que los trabajos a los que puedas optar estarán acorde con tu nivel de dicho idioma. Si quieres optar a un puesto de trabajo en el que se exige una mayor cualificación, el dominio del idioma va a ser un factor importante.
Recuerda que en muchos trabajos te van a exigir un nivel mínimo que tendrás que certificar con un título oficial que sea acreditativo de acuerdo al Marco Común de Europeo de Referencia en el país de destino.
En países nórdicos, como Suecia, Noruega, etc... en un primer momento se puede trabajar con un buen nivel de inglés, pero es probable que las empresas te requieran aprender su idioma. Además de para el trabajo, un buen nivel del idioma te va a permitir integrarte más fácilmente.
- La cualificación y experiencia laboral que tengas será clave a la hora de encontrar un trabajo acorde a tus expectativas. Además, deberás informarte de si tu profesión está o no está regulada y, en caso de que sea necesario, cómo puedes obtener el reconocimiento profesional de tu titulación allá adonde vayas.
- Recuerda que un buen CV puede abrirte muchas puertas. No estará de más que estudies que modelo de CV es más común en aquel país al que decidas ir y adecúes el tuyo en consonancia.
- Te será de gran utilidad conocer de antemano las condiciones de vida y laborales del país: el mercado de trabajo, nivel salarial, derecho a prestaciones, impuestos que debes pagar, jornadas laborales, vacaciones...
- Si vas a un país de la UE te conviene sacar la Tarjeta Sanitaria Europea. Con esta tarjeta tendrás la atención médica que precises al mismo nivel que una persona de ese país. Si no es un país de la UE, lo ideal es que vayas con un seguro médico.
- Antes de trasladarte a otro país, comprueba que no se te haya caducado el permiso de conducir. El permiso de conducir europeo te sirve en todos los países de la UE y algunos más con los que hay suscrito un convenio, pero, dependiendo el país, deberás sacar un Permiso Internacional, válido en cualquier parte del mundo durante un año.
Las dos opciones son válidas y cada una tiene sus pros y sus contras.
Buscar un trabajo desde aquí te va a permitir marcharte con la seguridad de saber que una vez llegues a tu destino vas a tener dónde trabajar.
Si lo buscas allí, posiblemente puedas encontrar mejores ofertas pero deberás tener en cuenta que, mientras no consigas un trabajo, vas a tener que tirar de tus ahorros.
Si decides buscar un trabajo en el país o destino calcula de cuánto dinero dispones y cuánto tiempo te puedes permitir estar buscando empleo. Guarda la cantidad necesaria para volver, en caso de no encontrar trabajo.
Tener un trabajo te va a permitir regularizar tu situación. En España no tendrás ningún problema, ya que puedes estar en cualquier parte del Estado sin tener que dar explicaciones. Dependiendo del país al que vayas, las cosas pueden cambiar sustancialmente:
- Si vas a un país de la UE, tienes derecho a estar hasta tres meses por el hecho de tener la ciudadanía europea. Para estancias superiores a los tres meses, es imprescindible que te informes sobre los derechos y obligaciones de residencia en el país, ya que éstos varían de un país a otro y es posible que tengas que solicitar algún permiso.
- En algunos países de la UE tienes que notificar tu presencia en un plazo de tiempo razonable desde tu llegada y si no cumples esa obligación puedes ser sancionado/a, por ejemplo, con una multa.
- Para países de fuera del ámbito de la UE, conviene que te informes caso a caso.
Eso dependerá de tí y de la experiencia que hayas vivido fuera..
Por lo general, cuanto más tiempo pases fuera más difícil se te hará volver. Con el tiempo es normal que cada vez te arraigues más al lugar: amistades, pareja, trabajo estable...
Es importante que antes de marcharte te fijes el periodo de tiempo que quieres estar fuera.
Márcate unos objetivos (aprender el idioma, adquirir experiencia laboral...) y trabaja por conseguirlos..
Aprovecha al máximo el tiempo que estés fuera. Eso te va a permitir adquirir unas competencias que te van a facilitar la vuelta, al menos en el ámbito profesional.
Si tu idea es volver, sigue la evolución del mercado laboral local en tu sector y estate atento/a a posibles ofertas que te puedan interesar.
En función del país al que vayas, el tiempo trabajado en el extranjero contará para establecer los derechos en el momento de la jubilación, en otros casos, te tendrán que devolver tus cotizaciones.
- Si vas a un país de la UE, el Espacio Económico Europeo o Suiza, el tiempo trabajado se contabilizará como si hubieras trabajado en tu país de origen.
- Lo mismo ocurre con las cotizaciones para el desempleo, al cual tendrás derecho una vez finalizado el contrato, pero la solicitud de las prestaciones por este concepto varía según los países. Infórmate bien antes de volver.
- Estarás en la misma situación si viajas a un país que tenga un acuerdo bilateral con España en este ámbito. Conviene que te informes con antelación.
- Si vas a un país con el que España no tienen ningún convenio, el tiempo trabajado no te contabilizará para tu futura jubilación, pero, por norma general, podrás exigir la devolución de cotizaciones abonadas.