Videotutorial 'Cómo superar con éxito una entrevista de trabajo'
Recuerda
- La entrevista es el último paso para lograr un trabajo. Prepárate bien o te puedes quedar en el camino.
- Al final de la entrevista, tienen que pensar que eres la persona idónea para ese puesto. Todas tus respuestas deben ir enfocadas a lograr ese objetivo.
- No todas las entrevistas son iguales, pero muchas preguntas, aunque puedan estar formuladas de diferentes maneras, se repiten. Prepara las respuestas en casa.
- Los nervios te pueden jugar una mala pasada. Debes aprender a controlarlos.
- La impresión que vayas a dar, además de por tus respuestas, va a depender de tu actitud durante la entrevista. Es importante que sepas qué es lo que debes y no debes hacer durante una entrevista.
Más información
¡Enhorabuena! Ya estás a un solo paso de conseguir un trabajo. Pero, ¡cuidado!, no des por hecho que ese puesto es tuyo.
Posiblemente haya más personas a las que han llamado y estén pensando lo mismo que tú. Para que puedas destacar sobre los demás, es importante que prepares muy bien la entrevista.
Debes dejarles claro que eres la persona ideal para ese puesto, bien mediante las respuestas que des a sus preguntas bien por la actitud que muestres durante la entrevista.
Cuando vas a una entrevista de trabajo, al final de la misma, las personas que te han entrevistado deben tener claro que eres una persona segura de ti misma y un/a buen/a profesional.
Aunque no todas las entrevistas son iguales, puedes dar por hecho que te van a preguntar por:
- Tu experiencia laboral anterior.
- Tus fortalezas y habilidades.
- Tus debilidades.
- Las razones por las que quieres ese trabajo.
- Tus conocimientos sobre la empresa.
- Qué expectativas salariales tienes...
Prepara bien las respuestas a este tipo de preguntas y conseguirás llevar la entrevista por la línea que te conviene.
Lo normal es que estés muy nervioso/a. Pero de tu capacidad de controlar esos nervios dependerá el éxito de la entrevista. Si te muestras muy nervioso/a van a pensar que eres una persona insegura y sin madurez para el puesto que ofertan.
Si te has preparado bien la entrevista es difícil que alguna pregunta te pille por sorpresa. Según vayas contestando las preguntas tal y como esperabas, los nervios irán desapareciendo. De todas formas, evita contestar como un robot; intenta ser lo más natural posible o se darán cuenta de que estás respondiendo en base a un guión.
La imagen que vas a transmitir en la entrevista no se basa solo en las respuestas que das. Tu actitud durante la entrevista también va a ser crucial.
- Para empezar, deberás ser puntual. No llegues tarde, pero tampoco lo hagas con una hora de antelación.
- También es importante que vayas correctamente vestido/a. Ten en cuenta que no vas a una boda pero tampoco te vistas como si fueras a ir a la playa.
- Una vez dentro, adopta una postura formal cuando te sientes. Recuerda que no estás en el sillón de tu casa. No te reclines en exceso ni estires los brazos o las piernas.
- Trabaja el lenguaje corporal de las manos. Muchas veces la tensión que nos producen los nervios la descargamos a través de las manos; procura mantenerlas quietas. No juegues con el bolígrafo ni el pelo o muevas los dedos excesivamente.
- Morderse las uñas está terminantemente prohibido. Mascar chicle también.
- Mira a la persona que te entrevista directamente, pero sin hacerlo de forma hostil. Una mirada agradable, con una sonrisa en la boca, es la mejor receta.
Ni mientas ni exageres. Si mientes o exageras sobre tus capacidades y/o habilidades, vas a crear ciertas expectativas que luego no vas a poder cumplir.
Durante la entrevista debes incidir en tus fortalezas. Tienes que ser positivo/a; menciona tus logros, demuestra entusiasmo, incide en qué puedes aportar a la empresa...
Actitudes negativas como criticar a tus anteriores responsables, empezar a responder antes de que acaben la pregunta, hablar por los codos o hacerlo como si estuvieras con tus amigos no te van a ayudar en nada.
Las personas que se encargan de hacer las entrevistas son profesionales que deben elegir a la persona que se adecue mejor al puesto. Para ello, recurren a preguntas que, a priori, pueden parecer inocentes, pero son muy importantes. Por ejemplo, si preguntan:
- '¿Dónde te ves en el futuro?', puedes tener la tentación de demostrar que eres una persona con ambición, pero a su vez también puedes estar señalando que tienes la intención de dejar esa empresa.
- '¿Cuánto quieres ganar?', procura no dar una cifra exacta. Si das una cifra que exceda lo que están dispuestos a pagar te van a descartar.
- '¿Cómo era tu relación con tus anteriores jefes o jefas?', procura no hablar mal de ellos/as. Ten en cuenta que posiblemente se identifiquen más con esas personas que contigo.
Al final de la entrevista, posiblemente te den la oportunidad de plantearles alguna pregunta. No estropees en el último minuto todo el trabajo que has realizado anteriormente.
Muchas entrevistas terminan con '¿tiene alguna pregunta?'. Ni se te ocurra decir que no. Si tienes la oportunidad de preguntarles algo, procura que sea una pregunta que refleje tu interés profesional.
Recuerda que debes dejarles claro que eres la persona ideal para ese puesto. Preguntas sobre la cultura de la empresa, la posición que ocuparías en el organigrama, la jerarquía, los planes de formación o las posibilidades de promoción son preguntas que, bien formuladas, pueden dejar un buen sabor de boca al final de la entrevista.
Por el contrario, preguntas sobre el sueldo, los horarios o las vacaciones no te van a hacer ningún favor. Tampoco les pidas que te hagan una valoración de la entrevista: manifiesta ansiedad por conseguir el empleo, inseguridad y falta de capacidad para evaluar por tí mismo/a cómo ha ido.