Videotutorial 'Cómo superar los exámenes con buen resultado'
Recuerda
- Aunque te parezca exagerado, el examen comienza el primer día de curso.
- Planificar correctamente tus estudios te va a facilitar el aprendizaje y, con ello, las posibilidades de aprobar el examen.
- No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Dejar todo para el último día es muy mala idea.
- Hay muchas técnicas de estudio que te van a facilitar la memorización de los contenidos. Busca la que mejor se adecue a tu persona.
- La época de exámenes es un momento difícil que te va a exigir mucho física y mentalmente. Es importante que descanses y te alimente correctamente.
- No hay atajos para superar un examen. Estudiar con criterio es la única vía
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Para aprobar un examen, lo que tienes que hacer es estudiar. Pero estudiar no significa estar un montón de horas delante de los apuntes o el libro.
Estudiar requiere de una planificación; de un trabajo que debes haber realizado durante el curso. Si dejas todo para el último día puede que consigas aprobar, pero difícilmente aprenderás algo.
Además, es importante conocer con antelación el tipo de examen (ensayo, prueba objetiva, caso práctico, resolución de problemas, etc.) para adaptar tu preparación a la modalidad específica de examen.
Los exámenes sirven para evaluar los contenidos impartidos durante un periodo de tiempo específico (un trimestre, una evaluación, un curso...)
Debes entender eso como un todo; es decir, empiezas a preparar el examen desde el mismo momento que se comienza a impartir esos contenidos. Lógicamente, no vas a estudiar igual el primer día de curso que la víspera de un examen, pero es importante que empieces a preparar el examen desde el primer día.
A la hora de preparar un examen hay varias pautas que puedes seguir y que te van a ayudar a mejorar tu rendimiento y, en consecuencia, la nota que vas a obtener. Para planificar los estudios, lo primero que deberás hacer es:
- Fijar un horario de estudios: estudia un número de horas razonable. Es mejor estudiar pocas horas durante muchos días que muchas horas en pocos días. Procura tener la disciplina de estudiar todos los días, también los fines de semana, aunque sea de manera más relajada.
- Establecer tu lugar de estudio. Es importante que tengas un lugar específico para estudiar. Debe ser un lugar en el que estés a gusto y libre de distracciones. Si puedes lograr eso en tu casa, perfecto. Si no, siempre tienes la opción de las bibliotecas, salas de estudio, etc.
Cada persona tiene unos mecanismos de aprendizaje diferentes y lo que le puede funcionar a otra persona puede que a ti no te funcione. De todas formas, sí hay algunas pautas que debes realizar una vez te pongas delante de los apuntes.
- Asimilar el contenido. La adecuada asimilación de contenidos exige aplicar las siguientes técnicas de estudio:
- Inicialmente una lectura comprensiva del tema.
- A continuación el subrayado de las ideas más importantes.
- Posteriormente, la realización de esquemas, resúmenes o cuadros sinópticos.
- Así mismo, debes programar con anterioridad los repasos para evitar que se te olvide la parte del temario aprendida en las semanas anteriores.
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Trabajar la memoria: No es nada recomendable que te estudies todos los apuntes de memoria, pero estudiar requiere, en gran medida, memorizar ciertos contenidos. Por eso, trabajar la memoria te va a permitir asimilar los contenidos de una manera más sencilla.
Hay muchas reglas mnemotécnicas que puedes localizar en internet y que son de gran ayuda para facilitar la memorización. Esas reglas te van a permitir aumentar la capacidad de retención de la memoria por medio de ciertas combinaciones o artificios.
Por ejemplo,
- ¿cómo podrías aprender las primeras 32 cifras del número π (3.1415926535897932384626433832795)? ¿Parece complicado no equivocarse en alguna cifra, no? Una técnica mnemotécnica para acordarse de todas las cifras en su correspondiente orden es crear una frase en la que el número de letras de cada palabra representa la secuencia ordenada de las cifras. Así, si creamos una frase como "Soy π, lema y razón ingeniosa, de hombre sabio, que serie preciosa valorando enunció magistral. Por su ley singular bien medido el grande orbe, por fin reducido fue al sistema ordinario usual" soy equivale a 3, π a 1, lema a 4 etc... Memorizando esa frase no tendremos ningún problema para saber las 32 primeras cifras de π.
- O si tienes que estudiar los países que tienen el euro como moneda oficial coge la iniciales de cada país y crea una(s) palabra(s) o acrónimo(s) que te van a permitir recordarlos más fácilmente.
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Trabajar la atención: Para poder memorizar los contenidos de manera eficaz es imprescindible estar atento/a. Si no estás al 100% vas a estar perdiendo el tiempo.
Es mejor que estudies a ratos pequeños de manera eficaz que estar horas y horas delante del libro de manera infructuosa. Estudiar requiere de una actitud proactiva.
Debes buscar el momento del día que se adecue mejor a tu persona. Hay gente que prefiere quedarse hasta altas horas de la madrugada estudiando y otras personas prefieren acostarse pronto y madrugar para estudiar.
Lo importante es que descanses convenientemente; parar cinco minutos por cada hora de estudio te ayudará a despejarte y a asimilar mejor lo estudiado hasta entonces.
Y por supuesto, cuida las horas de sueño; si no has descansado bien difícilmente vas a estudiar bien. Un esfuerzo exagerado o "sobrehumano" los días previos al examen denota una mala planificación del estudio.
También es importante que no descuides tu alimentación.
Para el día del examen deberías tener todo el temario estudiado. De hecho, es recomendable que acabes un par de días antes del examen para poder dedicarte a repasar. Si en esos últimos repasos ves que te has preparado bien, el día del examen vas a encontrarte mucho más tranquilo/a.
De todas formas, es normal que puedas estar nervioso/a. Por eso, es conveniente que no tomes nada que ayude a excitarte aún más (café...) Es conveniente que la noche previa y la misma mañana del examen realices ejercicios de relajación.
Muchas personas sienten una sensación de bloqueo durante un examen debido a los nervios.
Lo que conocemos como 'quedarse en blanco' suele producirse cuando leemos una pregunta que nos genera algún tipo de duda y todo lo que hemos estudiado empieza a desmoronarse como un castillo de naipes. Si te ocurre eso, procura que no te entre el pánico.
Quedarse en blanco es una sensación que dura entre 5 y 10 minutos. Mantén la calma, cierra los ojos y procura relajarte concentrándote en tu respiración en cuatro tiempos: respira profunda y lentamente, mantén el aire, expúlsalo despacio y espera unos segundos antes de volver a comenzar.
No pasa nada porque empieces a escribir cinco minutos más tarde y logres así disminuir la ansiedad, que es lo que produce el bloqueo mental. Poco a poco notarás cómo las ideas regresan a tu mente. Lee todas las preguntas que componen el examen y empieza a contestar la que consideres más sencilla. De esa manera vas a sentir más confianza y a revertir la memoria.
Es normal que estés más nervioso/a en un examen oral que en uno escrito. En los exámenes orales todas las dudas e inseguridades que puedas tener quedan al descubierto.
Por ello, si tienes que enfrentarte a un examen oral, es más importante, si cabe, que planifiques bien tu forma de estudiar. En ese caso, además de aprender bien el temario, también tendrás que preparar tu exposición. Para ello, puedes practicar delante del espejo o bien con un amigo/a o familiar. En la medida que te vayas acostumbrando a hablar en público te resultará menos violento hacerlo delante de tu profesor/a.
Hay personas que suelen tener la tentación de coger 'atajos' para aprobar, haciendo 'chuletas' etc. Aparte de que hacer trampas no está bien y te estás arriesgando que te pillen y te descalifiquen, en el tiempo que pierdes preparando una chuleta vas a ser capaz de estudiar el contenido que estás dispuesto/a a copiar.
Olvídate de los estimulantes. No aportan conocimiento ni nada que no supere una buena planificación. Solo aplazan el cansancio, pero pueden llevarlo al peor momento posible.
También es importante que en los días que estás estudiando más a fondo evites cualquier tipo de actividad que aumente tu tensión emocional (por ejemplo, los videojuegos). Ese tipo de actividades conllevan una bajada del nivel de concentración que va a repercutir negativamente en tu capacidad de estudio.
Y aunque mucha gente piense lo contrario, hacer ejercicio físico o alguna actividad física puede venirte muy bien. Ese tipo de actividades, de una manera comedida (tampoco te pongas a correr un maratón), pueden ayudarte a descargar todo el estrés y la ansiedad.