Videotutorial 'Cómo convivir de buen rollo en un piso compartido'
Recuerda
- Compartir piso te va a salir mucho más económico, pero vas a tener que convivir con gente con la que no lo has hecho antes.
- Convivir es difícil. Es normal que haya roces, pero para evitar que vayan a más, conviene fijar unas normas de convivencia.
- Todas las profesiones tienes cosas buenas y cosas malas. No te dejes llevar solo por los aspectos positivos.
- Los problemas más comunes están relacionados con: la limpieza, la comida, el dinero y las fiestas/visitas.
- Y si por desgracia te han tocado unos compañeros/as que no te gustan, siempre tienes la puerta abierta para marcharte y buscar otro piso.
Más información
Si no tienes suficientes recursos para alquilar un piso por tu propia cuenta, siempre tienes la posibilidad de compartirlo. La principal ventaja de compartir un piso de alquiler es que también compartes los gastos y, de esa manera, vas a poder acceder a una vivienda por un precio sensiblemente inferior a si lo hicieras solo/a.
Compartir un piso es una experiencia que puede y debe ayudarte a aprender a convivir con otra(s) persona(s).
Lo normal es que compartas piso con gente que se encuentra en una situación similar a la tuya. Puedes compartir piso con:
- Amigos/as: Partes con la ventaja de que ya os conocéis. Pero, ¡cuidado!, la convivencia crea fricciones y, cuando pasas mucho tiempo junto a otra(s) persona(s), puedes acabar hasta el gorro de ella(s).
- Desconocidos/as: Es como una lotería: lo mismo te juntas con gente estupenda o lo mismo te da por pensar "madre mía de dónde ha salido esta gente"...
- Propietario/a del piso: Hay propietarios que para aligerar los costes están dispuestos a compartir su vivienda. Ten en cuenta que, en ese caso, tu compañero/a de piso es el dueño/a.
Compartir piso puede ser una experiencia muy enriquecedora si consigues establecer una buena relación con tu(s) compañero(s)/a(s) de piso. Pero, igual que esta experiencia puede ayudarte a sacar lo mejor de ti mismo/a, compartir piso puede ser una experiencia no muy agradable si la convivencia no es fluida.
Tienes que tener en cuenta que cada persona tiene un carácter diferente y que va a ser complicado dar con alguien con quien no tengamos ningún tipo de roce en la convivencia.
Cada persona es un mundo y nunca sabes cómo va a responder ante determinadas situaciones.
Lo ideal es poner unas reglas de convivencia. De esa manera, os ahorraréis discusiones y sabréis a qué ateneos en todo momento
Cuando convives con otras personas es normal que surjan problemas. Hay algunos problemas que tienen fácil solución y otros más complejos.
Los problemas relacionados con el dinero (que alguien no pague su parte del alquiler o no ponga el dinero para la comida) son los que más quebraderos de cabeza suelen dar; casi todos los demás se pueden solucionar hablando.
Cuando compartes un piso, la ropa planchada deja de aparecer en tu armario por arte de magia. Tener la casa limpia y en orden va a ser responsabilidad tuya y de tus compañeros/as.
Hay gente que sería capaz de vivir en un cuchitril y otra que pone el grito en el cielo si ve una miga de pan en el suelo.
Como nadie suele tener problemas para tolerar el orden, lo ideal sería que fijarais un listado de tareas y quién debe realizarlas.
El tema de la comida también suele dar problemas: quién cocina, quién hace la compra, compra común o individualizada... Y eso sin entrar en los gustos de cada uno/a.
El reparto de las bandejas del frigorífico o acabar productos comunes y no avisar puede ser causa de un gran enfado.
Si sois capaces de llegar a un acuerdo sobre qué comprar y quién cocina, perfecto. Si no, para evitar escuchar frases como '¿quién se ha comido toda la fruta?' o 'siempre cocino yo', lo más adecuado es que cada cual compre y cocine su propia comida.
Ese es un tema que tendréis que tenerlo hablado de antemano.
Si alguno de los compañeros/as tiene pensado montar una fiesta, lo suyo es que lo hable con los demás para que le den el OK.
Y, si alguno/a tiene el típico amigo/a que parece que ya forma parte del mobiliario, a lo mejor es hora de poner algunas condiciones.
Lo bueno de estar de alquiler es que no estás demasiado atado/a a una casa.
Si has planteado tus quejas y ves que la situación no mejora, eres libre de irte a otra casa con nuevos/as compañeros/as.