Atxarte López de Munain
OROIMENAREN GELAK
Idea y Dirección: Atxarte Lopez de Munain
Coreografía: Lopez de Munain, con ayuda de las bailarinas
Interpretes: Izaskun Lapataza; Oiane Lopez de Munain; Atxarte Lopez de Munain
Música original: Ernesto Maestro
Iluminación: Gareth Green
Fotografía: Natalia Matrelle
Otros colaboradores: Magali Mintegiaga
Duración: 27
Contacto:
atxarteles@yahoo.es / 946253290
Atxarte Lopez de Munain Zúñiga comenzó sus estudios de danza clásica en Gernika, en 1988. Continuó con sus estudios en Bilbao, y en 1998 se licenció en Bellas Artes.
Durante esos años estudia danza contemporánea con Lexuri Gallastegi, Blanca Arrieta y Matxalen Bilbao.
Participa en la III y IV Muestra Coreográfica de Euskadi con el grupo Orroe dantza taldea.
Se presenta por primera vez con un trabajo propio en la VII Muestra Coreográfica de Euskadi, y resulta seleccionada para la gira con la obra Oskola. Desde entonces ha participado con los trabajos titulados Orduz geroztik, 9 y Hizki Mutua en la VIII y IX Muestra.
Desde 2004, realiza un Master de Coreografía en la London Contemporary School of Dance.
La pieza Oroimenaren gelak es una reflexión en torno al viaje provocado por el olfato. El olfato es un sentido directamente unido con la memoria, y un fuerte inductor de recuerdos.
Los aromas son una interrupción en nuestro tiempo, un secuestro. Una vivencia con nos sumerge completamente en nuestro propio mundo. La revivencia intensa de algo que se ha vivido, casi casi real, y, de hecho, real en nuestro propio mundo. El olfato es un activo inductor, y esos recuerdos, pese a retrotraernos a algo que ya hemos vivido, se convierten en puro presente de un momento concreto, cambiando totalmente la percepción y la vivencia del tiempo, abriendo un paréntesis en nuestro presente.
Oroimenaren gelak se adentra en ese viaje de la memoria a través del olfato, buscando la naturaleza más concreta y pura de ese recuerdo, analizando la respuesta del cuerpo ante esa situación.
Procesos de creación
Reflexión en torno al olfato, que se organiza en dos niveles.
Por una parte, he querido analizar qué es lo que provoca físicamente en el cuerpo, estudiar el movimiento mínimo que la respiración provoca en el cuerpo. Si tomamos la respiración propiamente dicha, localizaremos el cuerpo y principalmente el movimiento que soportan las costillas que lo unen con los pulmones, para desarrollarlo hacia otro movimiento, tomándolo como pauta de inicio.
Por otra parte, oler exige de por si una determinada actitud corporal, dado que acercar la nariz a algo supone un cambio total de dicha actitud.
El objetivo de este estudio es encontrar un lenguaje o código concreto, ya que, aunque el olfato sea un elemento externo, mi objetivo no es otro que encontrar un movimiento relacionado con él o provocado por él. Esas búsquedas implican improvisaciones duales, para reforzar recíprocamente la conciencia de la respiración o de la mencionada actitud.
El juego de la memoria es otro de los apartados que ha incorporado el olfato al proceso. El olfato puede ser un instrumento que nos ayude a conocer el entorno, pero la toma de conciencia más intensa de su presencia se desencadena en el momento mismo en el que se activa la memoria.
Utilizando diferentes aromas, la mayoría de las veces hierbas aromáticas, queremos jugar con la memoria, concretamente con la memoria del cuerpo. Dado que el objetivo no es la representación de los recuerdos, nos hemos centrado en el cuerpo y en el recuerdo de sus sensaciones. Recordamos mediante un mismo aroma una situación provocada por ese mismo aroma pero en otra ocasión, aferrándonos a la sensación, adentrándonos en esa situación mediante el olfato.
Por otra parte, se juega también con la ausencia de las personas, para poder volver a jugar con la memoria. Cómo cambia la revivencia de un movimiento creado entre dos cuando falta uno de los dos miembros de la pareja.
Queremos plantear el proceso como un viaje a esas celdas de la memoria, avanzando y retrocediendo en el tiempo, tal y como sucede con el olfato.