La tasa de paro de la juventud de Euskadi de 16 a 29 años en el cuarto trimestre de 2023 es la más baja de los últimos años y se sitúa en el 10,8 %.
Estos datos proceden de la Encuesta de Población en Relación con la Actividad (PRA) correspondiente al cuarto trimestre de 2023. La PRA es elaborada trimestralmente por el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT), que proporciona al Observatorio Vasco de la Juventud datos relativos a la población de 16 a 29 años.
La tasa de paro indica el porcentaje de personas activas (esto es, en disposición de trabajar) que no tienen empleo, pero lo están buscando activamente y han realizado alguna gestión de búsqueda de empleo en las últimas cuatro semanas. No incluye a estudiantes que no buscan empleo ni a personas incapacitadas que no pueden trabajar.
Tras el aumento del paro en 2020, como efecto de la pandemia de la Covid19, la tasa de paro descendió en 2021 y 2022 y ha proseguido su descenso en 2023. Además, en 2023 se ha roto la tendencia registrada en 2019, 2021 y 2022, años en los que la tasa de paro aumentó en el último trimestre del año; en 2023, por el contrario, la tasa de paro ha bajado en el cuarto trimestre respecto a los anteriores trimestres del año.
En este cuarto trimestre de 2023 la tasa de paro de la juventud ha sido 3,8 puntos superior a la de la población general de Euskadi (10,8 % y 7,0 %, respectivamente).
En cuanto a los colectivos, en esta última medición los hombres jóvenes presentan una tasa de paro algo superior a la de las mujeres jóvenes. Esta misma tónica se aprecia entre la población general, aunque las diferencias son mínimas. Y, por territorios históricos, se observa que la tasa de paro más alta entre las personas jóvenes se ha registrado en Álava y la más baja en Gipuzkoa. En el caso de la población general, Gipuzkoa cuenta con la tasa más baja, pero no hay diferencias entre Álava y Bizkaia.
Estos datos están directamente ligados con el objetivo nº 8 de la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible: “Trabajo decente y crecimiento económico” y, más concretamente, con la meta 8.5: De aquí a 2030, lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor.